PAUSA II

El evento sonoro mientras no sucede se mantiene en un limbo para poder ser contemplado como los vestigios de un suceso que creemos recordar.

La lectura de la forma de onda de un evento sonoro conocido trae el recuerdo de este y lo recrea en la mente, escuchándolo primero en la mente y después a través del aire.

Lo que antecede al evento sonoro, que lo anticipa, le suma un instante a lo que vendrá.
Esto no desgasta al evento a la manera del recordar de Borges en donde el recuerdo se solapa al recuerdo alejándolo del evento mismo.

Esta sombra del evento más bien permite que éste viva por unos instantes de manera inmaterial, tal vez es ahí, en ese recuerdo, en esa inmaterialidad es donde el evento sonoro logra prolongarse más allá de sus límites.

-En su ausencia, el evento sonoro se detiene.