Nació muerta,
comprimió el aire
la potencia de una voz indescifrable.
Desde tiempos inmemoriales, se asocia el mundo espiritual con las resonancias metálicas. Se dice que en la edad media, los vigilantes nocturnos cargaban campanas como armas espirituales, para ahuyentar a las almas oscuras que moran en el aire. En aquella época, también, se encaminaba a los difuntos a la otra vida con sonidos de campanas, vasijas o cualquier objeto metálico. Por esto las campanas siguen repicando en las iglesias, estas son, una forma de advertir a los espíritus malignos que, no son bienvenidos.
Los sonidos metálicos no han sido los únicos asociados al umbral entre el mundo de los vivos y los muertos. El infrasonido (sonidos debajo del umbral de audición humana) también ha sido campo de estudio, relacionando sonidos y espíritus, o digamos… fantasmas. Durante los 80’, el profesor Vic Tandy, desenmascaró una entidad fantasmagórica en su laboratorio que tenía aterrados a sus colaboradores, tras entender que las visiones de él y sus compañeros habían sido causadas por la reciente instalación de un sistema de climatización que emitía un infrasonido, específicamente 19 Hz, una frecuencia imperceptible para el oído humano, pero que a altos niveles de presión sonora puede causar la sensación de apariciones en la vista periférica, sensación de estar siendo observado y presión en el pecho.
comprimió el aire
la potencia de una voz indescifrable.
Desde tiempos inmemoriales, se asocia el mundo espiritual con las resonancias metálicas. Se dice que en la edad media, los vigilantes nocturnos cargaban campanas como armas espirituales, para ahuyentar a las almas oscuras que moran en el aire. En aquella época, también, se encaminaba a los difuntos a la otra vida con sonidos de campanas, vasijas o cualquier objeto metálico. Por esto las campanas siguen repicando en las iglesias, estas son, una forma de advertir a los espíritus malignos que, no son bienvenidos.
Los sonidos metálicos no han sido los únicos asociados al umbral entre el mundo de los vivos y los muertos. El infrasonido (sonidos debajo del umbral de audición humana) también ha sido campo de estudio, relacionando sonidos y espíritus, o digamos… fantasmas. Durante los 80’, el profesor Vic Tandy, desenmascaró una entidad fantasmagórica en su laboratorio que tenía aterrados a sus colaboradores, tras entender que las visiones de él y sus compañeros habían sido causadas por la reciente instalación de un sistema de climatización que emitía un infrasonido, específicamente 19 Hz, una frecuencia imperceptible para el oído humano, pero que a altos niveles de presión sonora puede causar la sensación de apariciones en la vista periférica, sensación de estar siendo observado y presión en el pecho.
Hildegard Von Bingen dice que los sonidos son el contorno del cielo.
¿Podrían ser, los sonidos infrasónicos y metálicos el contorno
entre nuestra realidad y la de los espíritus?
entre nuestra realidad y la de los espíritus?
En este Tzompantli, la bobina de 27 bocinas oscila para atrás y adelante a frecuencias menores de 20Hz. Estas frecuencias, imperceptibles por el oído humano, son amplificadas con tanta energía, logrando que se manifiesten los sonidos de los mecanismos de las bocinas.
Un sonido infrasónico que deviene en metálico,
al golpeteo de la bobina en el imán.
al golpeteo de la bobina en el imán.
Un Tzompantli para atraer a los espíritus.
Durante el proceso de este proyecto, también hice una librería a partir de bocinas llevadas al límite, principalmente con feedback y no input mixer. Al limitarme a usar infrasónicos, estos sonidos quedaron fuera del proyecto, aún así, los comparto por si alguien quisiera usarlos. Download